Trabajo baja el tono con los empresarios y propone más flexibilidad en la reducción de jornada para atraerlos a un acuerdo

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha asegurado que el Ministerio de Trabajo volverá a intentarlo "todo" en la mesa de negociación de este lunes.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha asegurado que el Ministerio de Trabajo volverá a intentarlo "todo" en la mesa de negociación de este lunes.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha asegurado que el Ministerio de Trabajo volverá a intentarlo "todo" en la mesa de negociación de este lunes.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha asegurado que el Ministerio de Trabajo volverá a intentarlo "todo" en la mesa de negociación de este lunes.
Europa Press

Trabajo ha dado un giro de timón en la negociación para reducir la jornada laboral máxima que se puede hacer por ley. El departamento que comanda Yolanda Díaz ha rebajado el volumen de crítica hacia la patronal tras el amargo intercambio de reproches vivido la semana pasada y buscará ahora un acuerdo que incluya también a los empresarios. Un viraje que llega después de que el ala socialista del Gobierno presionara al área de Díaz para buscar un pacto tripartito. 

El cambio de postura ha venido acompañado de una nueva propuesta para recortar horas que incluye medidas de flexibilidad para tratar de atraer a las patronales CEOE y Cepyme a un pacto. Un movimiento que fuentes del departamento de Díaz no ven como una bajada de tono o un cambio de rumbo, sino que atribuyen a una mayor disposición negociadora de la patronal.

El nuevo documento da un mayor margen para distribuir irregularmente la jornada laboral en 2025. Con esto se busca facilitar que las empresas en sectores como la hostelería o la agricultura —donde la actividad se concentra en momentos puntuales del año— puedan concentrar más horas de trabajo en esos picos de trabajo. Además, el departamento de Díaz propone endurecer las sanciones cuando se incumpla la jornada pactada y haya un riesgo para la salud o la seguridad del trabajador. Las infracciones pasarían de considerarse "graves" a "muy graves".

"La vocación de Trabajo es alcanzar un acuerdo con todas las partes que están sentadas en la mesa. Y digo con todas, con CEOE y con Cepyme", ha trasladado Joaquín Pérez Rey, número dos de Díaz, secretario de Estado de Trabajo y negociador del ministerio en la mesa. Un tono que contrasta radicalmente con el de la reunión de hace solo siete días, en la que el propio Pérez Rey llegó a tachar de "burla" la actitud de la patronal. 

"Hemos alcanzado acuerdos en las circunstancias más difíciles", ha rememorado Pérez Rey. Entre ellos, ha citado los que se lograron durante la pandemia, la reforma laboral, la ley rider o algunas de las subidas del salario mínimo. Trabajo ha presentado el nuevo texto a los agentes sociales este mismo lunes, por lo que los implicados se han comprometido a estudiarlo y a valorarlo de cara a la próxima reunión, prevista para el lunes 15 de julio. No obstante, Pérez Rey considera que el planteamiento ha sido "bien valorado en su conjunto". 

El giro de timón de Trabajo en las negociaciones para reducir la jornada ha venido auspiciado por la intervención del ala socialista del Gobierno. El PSOE presiona a Díaz para lograr un acuerdo que incluya sí o sí a los empresarios para allanar el delicado camino que le espera a la reducción de jornada cuando llegue al Congreso. Un pacto con CEOE y Cepyme abordo facilitaría el sí de Junts y PNV, los socios parlamentarios del Gobierno con una visión más conservadora de la economía.

Este mismo lunes, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, pidió un acuerdo en materia de reducción de jornada que incluya a las patronales y que tenga en cuenta a las pymes. Cuerpo se dirigió también a las patronales, a quienes pidió un "esfuerzo" para reducir la jornada y huir de "declaraciones grandilocuentes". 

El Gobierno ha levantado el pie del acelerador y el objetivo que se fijó Díaz de cerrar un texto antes de vacaciones ya no parece tan acuciante. "Vamos a dejarnos la piel para alcanzar un acuerdo cuanto antes", ha señalado el número dos de Trabajo que, no obstante, ha matizado que se tomarán el tiempo que sea necesario para alcanzar un acuerdo". 

Posturas más cercanas

Como es habitual en el diálogo social, los empresarios no han hecho declaraciones al concluir la reunión. Fuentes de CEOE consultadas por este periódico señalan que Trabajo se ha comprometido a remitir una nueva propuesta. No obstante, el secretario de Estado de Trabajo ha señalado que las reivindicaciones patronales se centran en la flexibilidad y en el margen en la transición hacia el nuevo régimen de 37,5 horas y ya no se cuestiona el hecho en sí de reducir la jornada. 

Según Pérez Rey, las empresas han planteado que la entrada en vigor de la reducción de jornada esté vinculada con los convenios colectivos vigentes, lo que podría demorar su despliegue completo varios años, algo que no gusta a Trabajo. Los empresarios se han mostrado partidarios siempre de que el recorte en las horas se negocie convenio a convenio y no por una ley general que no tenga en cuenta las particularidades de cada sector. 

Del lado sindical, tampoco entran a valorar oficialmente la propuesta de Díaz a expensas de estudiarla a fondo. Fernando Luján, negociador por parte de UGT, ha pedido a la patronal que diga "de manera clara" que aceptan llegar a las 37,5 horas y que concreten "cuáles son sus posiciones"

Por parte de CCOO ha intervenido Carlos Gutiérrez, quien se ha mostrado abierto a valorar otras propuestas siempre y cuando sirvan para atraer a los empresarios al pacto y la reducción de jornada se haga "en un periodo razonable" de tiempo. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, se mostró más beligerante y amenazó con movilizaciones en otoño si se bloquea la negociación.

Distribución irregular de la jornada

La medida de flexibilidad que ha introducido Trabajo para tratar de atraer a los empresarios pasa por calcular la distribución irregular de la jornada sobre 40 horas en lugar de 37,5 de forma excepcional en 2025.  Actualmente, el Estatuto de los Trabajadores permite distribuir irregularmente como máximo el 10% de la jornada anual pactada. 

Para entenderlo mejor, pongamos el ejemplo de un trabajador con la jornada laboral máxima de 40 horas semanales (unas 1.826 anuales). Un asalariado de este tipo no puede trabajar más de 40 horas a la semana con carácter general. Sin embargo, salvo que haya un acuerdo que diga lo contrario, el empresario puede imponer semanas de más horas siempre y cuando luego compense ese aumento. 

Pero la empresa tiene un límite en el número de horas por encima de esas 40 que puede exigirle al trabajador cada año. En este caso serían unas 183 horas (el 10% de la jornada anual de 1.826 horas) que puede distribuir irregularmente a lo largo de un ejercicio. Pues bien, con la reducción de jornada a 37,5 horas ese límite caería hasta 171 horas en 2025. 

Para otorgar más flexibilidad, Trabajo plantea mantener la cifra de 2024 para ayudar a que las empresas tengan más facilidades para adaptarse. Lo que sigue sin estar sobre la mesa es un canje de reducción de jornada por un aumento de las horas extra que se pueden hacer legalmente cada año, una posibilidad que el secretario de Estado de Trabajo ha vuelto a rechazar. 

Redactor '20minutos'

Redactor de Economía y Datos desde 2021. Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. En 20minutos desde 2019. Antes pasé por la sección de Internacional del diario El Mundo. Adicto al Excel y a la web del INE. En lucha constante por acercar el obtuso lenguaje de la economía a la realidad de las personas.

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